jueves, 28 de marzo de 2024

Otra forma de belleza.



En este mundo plástico con cirugías, rellenos y maquillajes extremos, ¿ podría triunfar una mujer sin aparentes atributos físicos? Muy difícil. La belleza física femenina es casi obligatoria para descollar al menos en la farándula. Pero hay una historia que controvierte totalmente esta norma. Hace unos cuantos años nació una niña en EEUU que a los 15 meses perdió a su padre (falleció por un accidente cerebrovascular, muy joven). Al crecer de la mano de su madre y de su padrastro buscó apoyo por su interés en el canto y la actuación. Su madre, debido a que no la consideraba para nada atractiva, no la respaldó. Creía que tenía una horrible nariz y que nadie se fijaría en ella. La chica nunca se desanimó, siguió adelante y logró perfeccionar sus dotes artísticas. Su carrera empieza en los primeros 60 en musicales y su voz prodigiosa hace que la Columbia le edite tres discos que competirán y vencerán a gente como Elvis Presley, The Beatles y demás rockeros del momento. Su triunfo fue inevitable y esa dama se convirtió en una verdadera celebridad, demostrando por encima de todo un enorme talento para el canto, el teatro, el cine y la televisión, y no era el estereotipo de la mujer hermosa, atractiva, sexy, ni voluptuosa; era, sencillamente, una artista en toda su dimensión. Su voz una de las mejores que ha dado la historia, como actriz, inolvidable, y como directora de cine, grandiosa. Posiblemente sea la más premiada, tal vez la única que ganó todo en la música, el cine, la televisión y el teatro(al estilo Indurain en el ciclismo, quien coronó las grandes vueltas y todos los campeonatos orbitales posibles). Se trata nada menos que de Barbra Streissand que ha conseguido 52 discos de oro, 31 de platino, 13 multiplatinos, 3 megaplatinos, 1 ultraplatino, y 247 de metal. Es decir lo ha conseguido todo a pesar de su madre quien creía que ante su deficiente belleza física, sería un fracaso total. Como actriz y directora fue formidable, marcando toda una historia en el cine. Su primera película fue “Funny girl” pero "Ha nacido una estrella" se convirtió en la película más taquillera en la carrera de Streisand como protagonista. Sin duda Streisand ha sido la más grande artista integral que ha dado el mundo. Nadie ha recibido tantos reconocimientos juntos. Barbra Streisand fue una de las mejores amigas del gran Bobby Fischer, posiblemente el mejor talento ajedrecístico de todos los tiempos. Tras quedar impresionada por el éxito de los hermanos Gibb en la película Fiebre del sábado noche, Streisand pidió directamente a Barry que pusiese y produjese su nuevo LP. Supo usar resortes y presionar a los Bee Gees para que la hiciesen un paréntesis en su apretada agenda; con ellos cantó y le dejaron un gran legado. "Woman in Love" (mujer enamorada) la exitosa y popular canción escrita por Barry y Robin Gibb recibió en 1980 el premio a la Mejor Canción lírica y musical, convirtiéndose en uno de los temas más exitosos de la carrera musical de Streisand y muy popular a nivel internacional, alcanzando el número uno en muchos países. Hasta la fecha se han vendido más de 10 millones de copias. A pesar de ser posiblemente su tema más popular, Barbra confesó que no le gustaba la canción porque ella no cree en el significado de las letras. Rara vez ha interpretado la canción en vivo, sin embargo ella cantó en un par de ocasiones en su gira europea 2013. La principal responsable del éxito de esta Woman In Love es que vuelve a ser una declaración de principios del tipo de mujer que ella misma es, emocional y entregada, y al mismo tiempo fuerte e independiente, un desnudo integral de un corazón que ama sin mesura, sin importarle consecuencias, sin más horizonte que estar juntos, algo tan íntimo que sonroja. La música es una muestra más del sonido disco donde los instrumentos se entremezclan sin ser ninguno predominante y cuya presencia sirve para acompañar a la voz descomunal de la neoyorkina. Destacable la nota sostenida en el estribillo que es la más larga en un número uno hasta la canción de I Will Always love You de Whitney Houston. A disfrutar.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Vals, pero no Strauss.



El vals, género musical de origen europeo, cobró fuerza en México desde las últimas dos décadas del siglo XIX, convirtiéndose en uno de los bailes favoritos durante el porfiriato y la revolución. El vals es la base rítmica de la canción ranchera mexicana y actualmente figura como un elemento musical de diversas conmemoraciones; muchos compositores mexicanos incursionaron en este género, desde el siglo XIX y hasta las primera mitad del siglo XX; por ejemplo: Juventino Rosas, Abundio Martínez, Rodolfo Campodónico, Alfonso Esparza Oteo, Lorenzo Barcelata, María Grever, Gonzalo Curiel y Agustín Lara, entre otros. Tenía sólo 26 años cuando el compositor mexicano Juventino Rosas (1868-1894), originario de Guanajuato, murió en Batabanó, Cuba, cerca de La Habana, a causa de una enfermedad hepática. Sepultado en la isla caribeña, su lápida tenía la siguiente inscripción: “La tierra cubana sabrá conservar su sueño”. Se reconocía así al joven músico, autor de polkas, valses, danzas y marchas, que habría de alcanzar la inmortalidad con su célebre vals Sobre las olas, respecto de cuyo origen existen varias versiones: unas señalan que lo escribió en la población de Tláhuac, en la Ciudad de México, donde vivió un tiempo al huir de la leva militar, y su primer nombre fue “Junto al arroyo‟; otra versión refiere que al desertar de una banda musical, tuvo que esconderse en la casa de su amigo Pepe Reina, que vivía en el pueblo de Contreras y una mañana, después de una noche de fiesta, se fue a bañarse al manantial de la ciudad de México del río de La Magdalena y estando en el agua, le vino de pronto una melodía que empezó a tararear, salió del agua y extrajo de su saco un pequeño libro en el que escribió apresuradamente los primeros apuntes de la pieza. Al regresar a la casa, pidió quedarse solo y empezó a escribir el vals. Juventino Rosas aprendió música de su padre Jesús Rosas, quien tocaba el arpa y había sido músico militar. Luego de aprender a tocar el violín y su hermano mayor la guitarra, formaron con su padre un trío que actuaba en bailes, bautizos y otros acontecimientos que les permitía obtener algunos ingresos. Autor de más de 90 obras durante el corto periodo que dedicó a la composición como corta fue su vida, Juventino Rosas compuso de manera prácticamente autodidacta, ya que su permanencia en el Conservatorio Nacional de Música, donde ingresó para estudiar violín, solfeo y teoría musical, fue por breve tiempo. El vals se estrenó en 1891 y adquirió una fama inusitada, aunque su autor nunca obtuvo las ganancias que le hubieran correspondido. Los valses de Juventino Rosas fueron publicados por una casa editora que se encargó de su reproducción y distribución, y fomentó la fama de Rosas como compositor popular. Desafortunadamente, el autor le vendía la propiedad intelectual y los derechos de reproducción de sus piezas por muy poco dinero, debido a la difícil situación económica en la que se encontraba. Juventino Rosas podría considerarse el primer mexicano que logró con su música el reconocimiento internacional. En el extranjero se hicieron numerosas ediciones, no sólo de Sobre las olas, sino de unas 40 piezas, según consta en archivos musicales de Austria, Estados Unidos y Francia. Durante los 50 años posteriores a su muerte, fue el mexicano más grabado en el mundo. Refiere una anécdota que la idea de llevar a la pantalla la vida de Juventino Rosas (como así se hizo) se le ocurrió a Miguel Zacarías, director, productor y escritor de cine mexicano hijo de padres libaneses cuando, durante un viaje en barco a Marsella, se interpretó el famoso vals y le costó trabajo convencer a sus compañeros de travesía de que la pieza era de la autoría de un músico mexicano, no de alguno de los miembros de la dinastía Strauss.



martes, 26 de marzo de 2024

Agárrenme ese fantasma.



Juan Pardo y Antonio Morales, “Junior”, se conocieron a principios de los años 60, cuando uno y otro comenzaban a dar sus primeros pasos en el mundo de la música. Junior había nacido en Manila, Filipinas, hijo de español y filipina, pero pronto sus padres se instalaron en España, primero en Barcelona y, más tarde, en Madrid. El joven, acostumbrado a un ambiente cosmopolita y libre, buscó en la música una salida a la opresiva situación que vivía la España de los cincuenta. Además, a diferencia de la gran mayoría de los españoles, Junior dominaba otros idiomas. como el inglés o el tagalo y, con semejantes credenciales no le fue difícil entrar a tocar primero en Los Jump y después en Los Pekenikes, conjunto en el que fue sustituido por Juan Pardo, con el que finalmente coincidiría en Los Brincos. Entre los años 1964 y 1966, con Juan y Junior en su formación, Los Brincos firmaron algunos de los mejores temas de la historia del pop español. Sin embargo, las desavenencias con Fernando Arbex, baterista y líder del conjunto, provocaron que Juan Pardo y Junior decidieran probar suerte por su cuenta. 29 de marzo de 1967. Esa fue la fecha de la presentación oficial de Juan y Junior como dúo Después del fallido intento por hacerse con el control de Los Brincos, los expulsados Juan Pardo y Junior deciden formar pareja artística y seguir en el mundo musical como dúo; tuvieron una carrera breve (estuvieron juntos menos de dos años), pero muy intensa, en todos los sentidos. En lo musical lanzaron numerosos singles con bastante éxito, que luego los recogerían en un álbum, e hicieron algunas actuaciones para televisión tanto en España como en el extranjero. También hicieron sus pinitos en el cine; rodaron una película a las órdenes de Pedro Olea, y cuando iban a participar en una segunda se separaron. Pero aparte de lo artístico, también eran conocidos en el mundo de la prensa del corazón, ya que Juan Pardo salía con Rocío Dúrcal y Junior con Marisol; cosas de la vida, al final Junior acabó casándose con Rocío Dúrcal, por lo que no era raro ver noticias suyas en las portadas de las revistas de ese tipo. Tal fue el renombre que alcanzaron, que una discoteca madrileña se llamó JJ por ellos. El propio Pablo Picasso, emocionado con «Anduriña», les hizo un dibujo para la portada del disco (aunque luego un cerebro de la compañía discográfica lo pasó a la contraportada ‘por anticomercial’); cosas del márquetin musical de la época. La carrera de Juan y Junior fue explosiva, conmovedora, brillante y demasiado fugaz, un poco como los fuegos artificiales. Su abrupta separación, cuando no llevaban ni dos años funcionando como dúo, dejó atónito a su numeroso público, un público entregado desde los acordes iniciales de ‘La Caza’, su primer sencillo, convertido en inolvidable banda sonora del verano de 1967. Pocas veces se habían utilizado en la música moderna recursos poéticos como los que despliegan Juan y Junior en sus canciones: manantiales, jardines, campanas y pórticos de iglesias, golondrinas y claveles marchitados que crean un microcosmos de viajes en tren, aldeas gallegas y besos bajo el sol que nos acercan al mundo rural y la cultura popular de un modo sorprendente y personal. Un catálogo de imágenes bucólicas que funcionan en perfecta armonía con el sonido eléctrico y urbano del grupo.Inolvidables. Se fueron demasiado pronto. Qué pena que nos dejaran con la miel en los labios. La historia de Juan y Junior está plagada de detalles y anécdotas que dan buena cuenta del vertiginoso ritmo de actividad que el dúo desarrolló en estos escasos dos años. En diciembre de 1967 fueron elegidos “Mejor grupo español” por el programa Ritmo Joven de la Cadena SER, y a punto estuvieron de participar en el festival de Eurovisión de 1968 con Nos falta fe, si no fuera porque quedó descartada en favor del La, la, la de Joan Manuel Serrat. La versión de la canción con la que hoy los recordamos, veinte años después de su separación, A dos niñas, de 1968, tiene su pequeña historia: con la aparición de las televisiones privadas, hubo varias las estrellas de la radio que probaron suerte en la televisión y una de ellas fue Encarna Sánchez. Encarna Sánchez y Juan Pardo eran grandes amigos que, además de apoyarse mutuamente en el campo profesional, se les podía ver juntos en estrenos, entregas de premios y otros actos sociales, por lo que no fue difícil para Sánchez convencer al cantante para ser entrevistado; más complicado fue que Antonio Morales, “Junior” aceptase interpretar, junto a Juan Pardo, algunas de las canciones del repertorio de Juan y Junior. Los artistas llevaban años sin hablarse debido a un amargo enfrentamiento del que apenas se conocían detalles, tanto es así, que la actuación se rodó de manera que el uno no tuviera que encontrarse con el otro. Al final de la canción, cuando la imagen de su compañero de grupo desaparecía entre las sombras del plató, el propio Pardo bromeaba con el tema y decía “Yo juraría que era Junior el que estaba allí, ¿verdad?”. En la siguiente escena, Encarna Sánchez continuaba jugando al despiste. “¿Era Junior? ¿No era Junior? Los niños dicen que se confunde la fantasía con la realidad?”. Encarna Sánchez consiguió reunirlos en una especie de “ensoñación”, otra de sus genialidades


viernes, 22 de marzo de 2024

Fembots.

 


Pensad por un momento en robots en el cine o en las series televisivas; seguramente el imaginario lleve hasta un fornido Arnold Schwarzenegger en Terminator o al ciborg-policía Robocop, toda una sociedad de androides creados para dar rienda suelta a los instintos más bajos del hombre, desde perversiones sexuales a la violencia extrema. Ahora buscad entre todos estos referentes robots con aspecto femenino; se limitan a damiselas en apuros o prostitutas. Lo mismo que ocurre en películas consideradas «de culto» como Blade Runner, donde sus protagonistas femeninas son o bien modelos «de placer» y entrenadas para la prostitución; o secretarias que se ven envueltas en una guerra que les queda muy grande y para la que necesitan ser salvadas. Personajes femeninos también se pueden encontrar en la ficción. Por ejemplo, la película «Her» cuenta con un sistema operativo artificial (llamado Samantha), con la seductora voz de Scarlett Johansson. Su "dueño humano", interpretado por Joaquin Phoenix, termina enamorándose de ella. Los artistas siempre se adelantan a la ciencia. Hoy por hoy, LAS robots nada tienen que ver con las de las películas de ciencia ficción de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Ahora son muy bellas y seductoras y, gracias a la Inteligencia Artificial han proliferado por miles, mucho antes que en la vida real. Muchos de los robots que se producen son “fembots1”, réplicas de mujeres. Sin embargo, cuando se trata de inteligencia artificial del tipo humanoide, normalmente son hombres. ¿Pero por qué es así? Una respuesta puede ser que muchos de los desarrolladores son hombres y que encuentran atractivas a las mujeres o porque las personas encuentran que las mujeres son más amigables que los hombres. De la asistente Siri del iPhone hasta las asistentes mecanizadas en el primer hotel con personal robots en Japón, un porcentaje aparentemente desproporcionado de sistemas de inteligencia artificial tiene personajes femeninos. ¿Pero por qué? Una de las razones para el exceso de inteligencias femeninas artificiales (IA) y los androides (robots diseñados para verse o actuar como seres humanos) puede ser que estas máquinas tienden a realizar trabajos que tradicionalmente se han asociado con las mujeres. Por ejemplo, muchos robots están diseñados para funcionar como sirvientas, asistentes personales o guías de museos, además, muchos de los ingenieros que diseñan estas máquinas son hombres, y que él cree que los hombres encuentran atractivas las mujeres, y que las mujeres se sienten bien con otras mujeres. La tendencia probablemente refleja lo que algunos hombres piensan sobre las mujeres, que no son seres humanos plenos. Lo que se necesita de ellas se puede replicar, pero cuando se trata de los robots más sofisticados, tienen que ser hombres. Otra razón para tener robots femeninos podría ser que las mujeres son percibidas como menos amenazantes o más amigable que los hombres, y lo mismo podría decirse de los robots infantiles.


La palabra “robot” se utilizó por primera vez en 1920 en la obra R.U.R. (Robots Universales Rossum) del dramaturgo checo Karel Capek, aunque el vocablo se escribía como “robotnik”. Lo nominaron 7 veces al Premio Nobel de Literatura y, a pesar de que no lo consiguió (falleció en 1938 con 48 años), logró permanecer en la memoria más que otros galardonados pues su término, que tomó de la lengua materna en referencia al duro trabajo, acabó sustituyendo al de autómata y se adentró en las fábricas, en los laboratorios, en las aulas. Siri es quizás el ejemplo más conocido de la I
nteligencia Artificial. El nombre en idioma antiguo nórdico significa «mujer hermosa que te lleva a la victoria», y la voz por defecto es una estadounidense femenina conocida como Samantha. Apple adquirió a Siri en 2010 para la investigación sin fines de lucro y su voz ahora viene en forma de hombre o mujer, estando disponible en varios idiomas. Los resultados de una investigación indican que los hombres prefieren voces femeninas, pero no mostraron preferencia implícita para ellas, mientras que las mujeres en el estudio implícitamente prefirieron voces femeninas a las masculinas. Cuando se trata de una voz sin cuerpo, las posibilidades de que sea de mujer probablemente aumentan un poco, pero cuando se trata de hacer algo totalmente humanoide, es casi siempre masculino, y cuando los robots humanoides son mujeres, tienden a ser el modelo de atractivas mujeres jóvenes y serviles. No es el cine o la tecnología los que cosifican, sino la sociedad. Y lo hace a través de la concepción androgénica que construye lo que cada cual debe ser. Si se piensa, por ejemplo, en robots que se utilizan en el rescate de personas, no hace falta ponerles una cara bonita o una voz agradable, y encima se les presuponen unos rasgos varoniles; por el contrario, algunas máquinas de tabaco nos dan las gracias por nuestra compra con voz melosa y femenina; o incluso Sophia, el robot humanoide más avanzado del mundo, responde de forma dulce y su cara está dentro del canon que la sociedad actual reconoce como atractivo para una mujer. ¿Cuál es el motivo de que esto ocurra? Que hay que ponerle cara al papel de servilismo que ese robot va a desempeñar, se establece una imagen para el rol que no es necesaria en los robots de rescate, porque no están construidos para eso y, a pesar de todo, la mayoría de las veces se cae en esta «cosificación» de la mujer, incluso la robótica, por desconocimiento, no por intencionalidad. Y eso es muy peligroso. Sin embargo, la tecnología no es el nuevo yugo esclavizador de la mujer. De hecho, es al contrario pues imaginad lo que era para una madre con seis hijos tener que lavar la ropa de toda la familia. La lavadora para las mujeres significó la salvación. Las máquinas no son malas y da miedo esa visión catastrofista del futuro. ¿Por qué tiene que ser irremediablemente una visión desastrosa y profundamente machista?; la educación, a nivel de universidades que crean a futuros maestros, así como la responsabilidad de los medios de comunicación, es la clave. Todo depende de que haya una formación con perspectiva de género, que hasta ahora no se ha dado, y que se aplique a todos los niveles: desde la universidad a los estudios sobre aplicaciones de inteligencia artificial. Y quizá así los robots pierdan una sexualización que solo el ser humano percibe.


En la actualidad, este patrón servil de la mujer ha traspasado la
s pantallas: los asistentes virtuales tienen nombres y voces femeninas, triunfan en internet modelos digitales como Shudu, que acumula 130.000 seguidores en Instagram y es parte de una agencia que solo trabaja con maniquíes que existen únicamente en online; o el negocio de las muñecas sexuales a las que se las puede dar diferentes personalidades y que cuentan con inteligencia artificial para responder a los estímulos como si fueran mujeres reales (con la «ventaja» que no lo son y el terreno de la legalidad es mucho más difuso). Aparte de robots que tienen rasgos de «mujeres perfectas», las mujeres reales también están abrazando la tecnología como forma de llegar a la excelencia, sobre todo física. Muchas chicas sueñan con ser «influencers» a pesar de que algunas de estas nuevas «gurús» adolescentes que retransmiten su día a día en internet y redes sociales han alertado sobre la mentira que encierran sus idílicas imágenes.¿Y el mundo de los videojuegos? La primera robot femenina en un videojuego occidental hace su aparición en 1993 y su nombre es WD40, una poderosa humanoide asesina que, en su breve aparición en Space Quest V, no duda en eliminar a todos sus enemigos a la vez que se reivindica una y otra vez como mujer. Sin embargo, y más allá de las buenas intenciones bajo las que fue concebida, WD40 no deja de recordarnos que el masculino es lo genérico. Los creadores de videojuegos suelen aplicar marcas de género (lazos, pestañas, pelo largo) a un modelo base. En el caso de esta androide, los desarrolladores hicieron que su condición femenina recayera fundamentalmente en un par de protuberantes e innecesarios pechos. La verdad es que ha habido algunos intentos por superar ese papel sumiso que arrastraban las androides, como ocurre en unos pocos juegos de lucha. La distancia con lo tradicionalmente femenino no evita que las tramas giren en torno a los cuidados o que las motivaciones de Kara, una protagonista de un videojuego, no distingan entre los deseos propios y los ajenos y mientras que sus compañeros tienen motivos profesionales o políticos para avanzar en la trama, Kara, que cobra conciencia a raíz de una agresión machista, se conforma con huir, cuidando de la niña que accidentalmente ha caído a su cargo. Sin embargo, es fácil comprobar que en los últimos años ha renacido el interés por la mujer robot dentro de la ciencia ficción y parece haber ocurrido incorporando nuevas perspectivas en las que normalmente sus historias ya involucran algún tipo de empoderamento: ahí está el hecho de que uno de los personajes más carismáticos jamás escritos en videojuegos sea un robot y tenga voz de mujer. En Portal, uno de los juegos mejores considerados de la historia, encontramos a GLaDOS, una irónica, pasivo-agresiva y charlatana inteligencia artificial cuyo cuerpo en el plano físico no necesita de tetas, pelo largo o pestañas para dejar clara su condición femenina. Y es por eso por lo que, en sus propias palabras: "Yo soy eterna y tú solo vas a vivir 60 años".

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1Un ginoide, o fembot, es un robot antropomorfo de aspecto femenino; si bien en el lenguaje coloquial, el término «androide» suele usarse tanto para los robots de apariencia masculina como los de apariencia femenina. El concepto de mujer artificial aparece desde la mitología griega. Al artesano de los dioses Hefesto, se le atribuía la fabricación de mujeres de metal, las Kourai Khryseai (‘doncellas doradas’) con movimiento propio y «llenas de pensamientos y sabiduría», que le servían como ayudantes.​ Otra escena mitológica respecto al tema, es la historia de Pigmalión y Galatea. El rey Pigmalión cansado de no encontrar a la mujer ideal, comenzó a fabricar estatuas representándola. Hasta que creó una estatua tan perfecta, que se enamoró de ella; sabiendo que ese amor estaba condenado, Pigmalión imploró a la diosa Afrodita que le diera vida a la estatua, lo cual conmovió a la diosa e hizo que le concediera su deseo. Es notorio cómo ambas historias mitológicas ya contienen los elementos primordiales de las historias de ginoides o fembots contemporáneas: criaturas hechas para trabajar y servir, así como para representar un ideal amoroso o erótico, hecho a la medida.

jueves, 21 de marzo de 2024

Plagio o no.



George Alexander Aberle (1908-1995) cambió su nombre a eden ahbez (siempre en minúsculas a petición propia) en los años 40 tras mudarse a vivir de Nueva York a California, aunque se hacía llamar simplemente ahbe por sus amigos. Se dice que se decidió por Nat King Cole para publicar su Nature boy y que para el efecto se habría acercado con su bicicleta a la puerta trasera del teatro donde actuaba Cole sin haber podido encontrarlo; según una versión de los hechos, habría dejado su manuscrito en el teatro con el encargo de entregárselo a Cole, y este, tras leerlo, habría hecho lo imposible por localizar a su autor, ubicándolo debajo de la primera L de un famoso letrero cinematográfico de las colinas de Los Ángeles. (Otra versión asegura que se acercó al representante del artista, Mort Ruby, con un rollo sucio y maltratado en las manos que contenía el manuscrito de su tema.) Nature boy es tal vez una metáfora de su cosmovisión y de su propia vida, aunque él afirmaba que se había inspirado en un amigo, pionero del yoga y del naturismo en su país como ahbe mismo. El texto de la canción es la historia de un muchacho encantador, tímido y errante, que llega tan lejos solo para descubrir que el mejor regalo posible es “to love and to be loved in return”: amar y ser amado en recompensa. Consta de solo dos estrofas y un estribillo. Sin embargo, fue el estribillo de 15 palabras lo que hizo tan popular la canción. El estribillo, «la cosa más grandiosa que aprenderás, es solo amar y ser amado» («the greatest thing you’ll ever learn, is just to love and be loved in return»), mostró cómo una declaración simple y verdadera podía dar tanta vida a una canción, sin la necesidad de magníficos y grandes anuncios y metáforas. La canción catapultó a Nat King Cole a la fama en 1948 como cantante, apenas dos años después de haberse atrevido a cantar por primera vez en su propio Nat King Cole Trio fundado en 1939 y originalmente orientado solo al jazz. Cole, quien no se consideraba un cantante y se avergonzaba al presentarse como tal, llegó a las listas de EEUU en abril de ese año y se mantuvo en ellas durante quince semanas llegando a ocupar el Nº1 de las mismas. (la combinación de la letra poética sobre una aceptación zen conmovedoramente mística de la vida y el amor junto con la orquesta de flautas y cuerdas y la voz conmovedora de Cole pusieron la canción en las listas de éxitos). Tras la repercusión del tema, surgieron otras versiones realizadas por numerosos cantantes de la época, como James Brown, Natalie Cole, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra o John Coltrane, siendo una de las más conocidas la interpretada por la maravillosa voz de Sarah Vaughan (que recordamos hoy), a la que acompañaba un coro de voces que añadían un toque más orquestal. Llegando a la década de los 70, nos encontramos con una especial versión, realizada por José Feliciano, cuya voz y guitarra aportaban un toque distinto a la canción, mucho más cálida. De esta época son también la curiosa versión del mítico Sr. Spock en ‘Star Trek’, Leonard Nimoy o la de la responsable de tres temas para James Bond, Shirley Bassey; años después, y ya adentrándonos en un terreno mucho más contemporáneo, destaca la versión que realizó David Bowie, para la banda sonora de la película ‘Moulin Rouge’ en 2001. Un año después, Celine Dion realizaba su propia adaptación para su disco ‘A new day has come’ , y en 2014 lo hacían Lady Gaga y Tony Bennet para su álbum de duetos ‘Cheek to cheek’. Ni siquiera se sabe si Nature boy fue un plagio consciente del tema Schweig mein Hertz (en alemán ‘corazón’ es solo Herz, sin la t) del compositor judío Herman Yablakoff, quien llevó el asunto a los tribunales y obtuvo una resolución extrajudicial a su favor, aunque tal vez ambos tendrían que haber sido demandados por el compositor checo Antonín Dvořák, pues en su Quinteto para Piano Nº2 en La Mayor, Opus 81, del año 1887, es posible reconocer claramente y repetidas veces la melodía principal de Nature boy, así como diversas variaciones de esta (sobre todo en su segundo movimiento, Andante con moto). Aunque ahbe escribió algunas canciones para Cole, Eartha Kitt, Frankie Laine y otros, y grabó un álbum a principios de los años sesenta, el único tema suyo que logró una modesta popularidad fue "Lonely Island", que en la versión de Sam Cooke llegó al número diez en las listas Rythm & Blues en 1958. Continuó viviendo de forma sencilla y murió a los ochenta y seis años, a consecuencia de las lesiones sufridas al ser atropellado por un automóvil.



miércoles, 20 de marzo de 2024

Los vaivenes de la fortuna.



Carl Orff
(1895-1982) fue un compositor alemán que desde muy joven compuso obras inspiradas en la poesía popular alemana. Tras salir vivo de milagro de la Primera Guerra Mundial se decantará por hacer obras totales en las que se mezclen música, canto, danza, diseño inspirado en las primeras óperas de Monteverdi. Los Carmina Burana son un caso excepcional en la historia de la música; se trata de 22 poesías líricas en latín familiar, salvo dos y media en alto alemán, y otra en latín entreverado de provenzal, muchas de ellas anónimas, de los goliardos (frailes retirados), encontradas durante el siglo XIX en el monasterio de Benediktbeuern. Contaban ya incluso con algunas melodías gregorianizantes que casi a nadie interesaban, cuando se apoderó de ellas el ingenio de Carl Orff, que decidió seleccionarlas y ponerles una música que cantaran masas de estudiantes y obreros y centenares de grupos infantiles (Carl Orff eligió 24 textos de los más de trescientos que tiene el Codex original, con los que creó una pieza musical y escénica que consta de cinco partes: Introducción con Fortuna Imperatrix Mundi, A la primavera, En la taberna, Cortejo de amor y Final con Blanziflor y Helena). Para ello creó la partitura profana más rítmica y pegajosa que pueda imaginarse, pues llega a lo primitivo y salvaje, basada más en el ritmo y en la recitación que en la melodía, y construida a base de cuartas y quintas robustamente medievales. Usó también los modos eclesiales, pero sólo a causa de la distensión lírica inherente a las modalidades gregorianas; y las situó después de cada uno de los doce grandes coros que han inmortalizado a su cantata, que será continuada posteriormente con el Catulli Carmina y Trionfo De Afrodite, convirtiéndole en una figura mundial de la música clásica. Su música fue utilizada por el régimen nazi, aunque su no pertenencia al partido hará que no sea acusado en la posguerra y pueda continuar creando impresionantes piezas musicales hasta su muerte. Efectivamente, el terrible Führer Adolf Hitler adoptó algunos de esos coros como himnos del nazismo, si bien otros opinan que los propios coros de la "Fortuna" (Fortunae rota volvitur, "la rueda de la Fortuna da vueltas") ya pronosticaban la derrota del líder. Al caer Hitler, la gloria musical de Carl Orff quedó en entredicho pero un cuarto de siglo después de aquel 1945 en que Europa fue liberada, la memoria histórica comenzó a rescatar la belleza pura de los soberbios coros de Orff. La cantata nos habla de los giros de la vida que tan pronto te encumbran como te arrojan a las alcantarillas haciendo que al final la Suerte derribe hasta el más fuerte. La música del fragmento que recordamos es impresionante, arrancando con el coro a todo trapo con el fondo de los timbales y toda la sección de viento. El silencio lo inunda todo siendo roto por el susurro del coro, apoyado por la orquesta que van poco a poco subiendo de tono hasta que en la tercera estrofa vuelven con toda la fuerza que termina en un clímax musical. Carmina Burana es una de las composiciones clásicas más populares y reconocibles del siglo XX porque es muy pegadiza la melodía, la música es formidable, evoca todo ese medievo de los goliardos, verdaderamente geniales que Orff rescata del anonimato y los torna como materia musical de una manera extraordinaria. A la difusión de la obra ha contribuido mucho la cultura popular al incluirse en películas como Excálibur, El exorcista, Asesinos natos, La caza del Octubre rojo, La hija del general o Tiempos de gloria. En el campo de la música contemporánea, grandes estrellas como Michael Jackson, The Doors y Nana Mouskouri han incluido en sus producciones, fragmentos, sobre todo sus dos grandes pórticos, el inicial y el final, protagonizados por el coro de la Fortuna. El secreto es la fogosa orquestación arriba anotada. Más aún, esos espléndidos coros orgiásticos son favoritos para anuncios comerciales que exaltan la "fortuna" que hace falta para poder comprar ciertos artículos de lujo. Hagamos nuestra esa fortuna musical: es un triunfo del ritmo, pero también de la lengua latina, que han corrido parejas durante siglos en la historia de la música.


martes, 19 de marzo de 2024

Bien en idiomas.



Los artistas y grupos que cantan en español siempre han tenido vetado el acceso a los mercados internacionales salvo contadas excepciones; la verdad es que al principio tampoco les ha importado demasiado porque con tan sólo los países de habla hispana se podían conseguir ventas millonarias, pero al final casi todos los grandes en algún momento han intentado dar el salto al inglés, estrellándose casi siempre. Sin embargo también han existido formaciones españolas e iberoamericanas creadas específicamente para el público anglosajón y mundial que han funcionado muy bien. Alain Milhaud era un productor francés afincado en España, creador de Los Bravos, que tras escuchar a Procol Harum coge a unos chicos que tenían un grupo llamado Los Tifones, les rebautiza como Pop-Tops, y tras hacer unos cambios en la formación les produce en 1968 su primer éxito, la sensacional Oh Lord, Why Lord dedicada al reciente asesinato de Martin Luther King (la canción ocupa también la cabecera de las listas de varios países centroeuropeos y la versión de Brook Benton alcanza el top 20 en los Estados Unidos) y basada en el Canon de Pachelbel y, desde el principio, se ve clara su intención de modernizar piezas de música clásica (con Bach entre otros) con letras pop, lo cual consiguen por la notable calidad de los instrumentistas de la banda, y contando con la potente voz del cantante de la isla caribeña de Trinidad-Tobago Phil Trim (Theophilus Earl Trim, trotamundos de la música que había recorrido Europa con la Trinidad Steel Band y cuando entró en contacto con Los Tifones era vocalista del grupo inglés The Handfuls). Su mejor momento lo logran tres años más tarde con su Mammy Blue con la que arrasan en toda Europa con versiones en castellano, inglés, italiano, se embarcan en una gira por todo el mundo que les dura años y cuando vuelven se disuelven para empezar proyectos en solitario. “Mammy Blue” es un tema para el que su autor, Herbert Giraud, no consigue cantante en Francia, aunque es incluido en una maqueta de Claude Pascal, ofrece la canción a un productor italiano que saca el disco en voz de una desconocida cantante, Milhaud lo escucha, huele el negocio, Phil cambia la letra y el grupo viaja a Londres para la grabación. Alain Milhaud muestra su trabajo a Pascal y Giraud y el autor prohíbe la publicación del disco para que el cantante francés pueda beneficiarse de lo que se presentía como un hit seguro. Pop-Tops ha sido uno de los grandes grupos del panorama español de todos los tiempos, patentando un personal estilo pop, mezclado de soul, góspel y música barroca; seguramente ha sido el grupo español que más discos ha vendido fuera de nuestras fronteras y su propuesta musical nunca se circunscribió a nuestro país, sino que siempre buscaron una expansión por Europa y América. En estos últimos tiempos su prestigio ha ido decreciendo, debido a que su discografía apenas ha sido reeditada, lo que ha privado a los jóvenes oyentes de conocer en profundidad una de las cimas de la música española. La letra de la canción es el lamento por la pérdida de la Madre y cómo se da cuenta de lo que la necesita cuando ya no está, y la música arranca con un ritmo suave de piano, guitarra, bajo y batería que da paso a los coros del grupo que preceden a la voz aguda y modulada del solista. El ritmo va subiendo según avanza la canción.